Reciben títulos de viviendas tras 8 años

Por ALEXIS TRUCIDO

"Si nos dan los títulos hacemos una fiesta en el barrio", asegura María Cristina que, a sus 53 años, espera los papeles de una casa de la que no sólo no se siente dueña, sino que en la legalidad no lo es y no tiene otras opciones si algo sucediera.
Esta es una de las 89 realidades que se dan en el grupo de viviendas del Plan de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI) del barrio Prado Español de Florida.
En el año 2001 se inició el proceso de solucionar el problema de vivir en forma precaria o en zona peligrosa junto al río Santa Lucía Chico. "Nos tiraron la casa abajo pero aún no somos dueños de títulos, ni de nada", agrega Cristina. El director de Desarrollo Social de la intendencia Aníbal Rondeau reconoce que la situación ya debería estar resuelta "pero estamos trancados por los profesionales. Hemos pasado mucho trabajo y recién pudimos obtener las cédulas catastrales", explicó el jerarca.
Según los habitantes de la zona, cuando el PIAI quedó pronto en 2004 se mudó "el último" vecino al lugar, pero nunca se habló de escrituras. La irregularidad nació con el plan. Los terrenos en donde se erigieron las casas son municipales y, si bien en el momento se trazó un plano, no estaba registrado y en los últimos dos años hubo que dedicar tiempo y dinero en trazar refraccionamientos sobre lo que figuraba como baldíos.
"No había fraccionamiento, no existía nada documentado, pero tras un intenso trabajo se logró que catastro enviara las cédulas catastrales. Ahora resta el fraccionamiento y planos que hará la intendencia y de inmediato se abordará la última etapa", anunció el intendente Juan Giachetto ante el constante reclamo de los vecinos.
LOS ÚLTIMOS
Según los integrantes del PIAI, muchos de los inscriptos en años anteriores -hace más de 20 años- para otro plan de viviendas en la zona fueron relegados.
"Habían proyectado viviendas y nos censaron. No las hicieron todas y quedamos afuera. Ahí se formó el asentamiento irregular", cuenta Estela, otra vecina que quedó esperando.
Sin escrituras los realojados han tenido diversos problemas que no los han detenido para seguir ampliando el lugar. "Nunca nos dieron una servilleta escrita y siempre se ha reclamado. No dejaban construir, no se podía llevar un hijo para darle una habitación, pero la gente igual hizo muros, nuevas habitaciones, hubo gente que se le dio la vivienda y no se tiró lo que estaba. Hubo muchas irregularidades", cuenta María Cristina. Rondeau dijo que "no se van a tirar las habitaciones ni los muros. No pasa por ahí, pasa porque obtengan su título, que es su derecho". La comuna también descartó que se fuera a cobrar una cuota mensual para obtener el título.
El primer cambio de administración sobre el PIAI (2005) afectó el avance de los trámites. A los vecinos les preocupa que un nuevo cambio afecte de nuevo, pero Giachetto habló de corto plazo: "En poco tiempo los vecinos que tienen viviendas por el PIAI podrán contar con la escrituración".
El País Digital